E.N (España Negra) se empezó a fraguar en un chibitín estepeño a finales del año de gracia de 2013. Oli Render –guitarra, ex Karcoma y ex 11.000 Vírgenes- y Javier Jabato –voz, a.k.a. La Cara de Bélmez- reclutaron pronto a Rott Psycokiller –bajo, ex Blacksmith y ex Apalanke-, y así empezaron a practicar ese tipo de contaminación acústica llamada punk, a la vez que Jesús Llamas –a.k.a Clorox- engrandecía el proyecto con samplers y otras delicias digitales. A falta de un batería de carne y hueso, una base del Winamp les hacía el apaño en aquellos primeros meses. La venturosa aparición en escena de Al Cajone –La Fábrica de Hielo, ex Maniquí Obrero y ex Arte Infame- posibilitó que la banda tomara definitivamente cuerpo, trasladando sus ensayos a un local a las afueras de Sevilla. Este último empuje permite que el grupo vaya sacándose de la manga más de una decena de temas propios –amen de alguna cover de Parálisis Permanente, Eskorbuto o Kakamúsicos- y que vaya puliendo un sonido que (sin dejar de ser fundamentalmente punk) no duda en batir otras texturas musicales, desde las reminiscencias psicobillys al grindcore de veinte segundos la canción, pasando por el tecno más ochentón y hasta por algún medio tiempo cuasi-balada. Después de elucubrar con varios y muy diferentes nombres, los cinco magníficos optan por ESPAÑA NEGRA, entendiendo que esas dos palabras –o más bien la conjunción de ambas- resumían a la perfección el carácter fundamentalmente cómico-cínico, corrosivo y subrealista de sus esperpénticas letras; unas letras que partiendo de lo socio-político se encaminan, siempre y sin remisión, hacia el absurdo humorístico. Tomando como referentes inexcusables a los kinkis españoles y a todos los freaks que se os ocurran, a los asesinos más célebres y a todos aquellos que han pasado a los más chuscos anales de la historia de España, nadie ni nada salen indemnes en las letras de ESPAÑA NEGRA: ni la casa real ni los republicanos ni la doctrina Parot ni la iglesia ni los reventaos de la ruta del bakalao. Ni tan siquiera los punkis.
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